«10 minutos de auténtica locura»

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Jeff Zwart

Este director de cine y fotó­grafo californiano de 61 años ha participado 14 veces en la carrera de las Montañas Rocosas. En total, ha conseguido ocho victorias en su categoría y ha batido varios récords de «time attack». Zwart ha participado exclusivamente con Porsches.

Este año, la Pikes Peak International Hill Climb celebra 100 años de existencia. Jeff Zwart es el piloto que más veces ha corrido al volante de un Porsche en la historia de la legendaria carrera de montaña.

Jeff, ¿en qué año participaste por primera vez en la «carrera hacia las nubes»?
La primera vez que corrí la Pikes Peak en un Porsche fue en 1994. La carrera me infundía un respeto tremendo. Hay muchas curvas con profundas y empinadas pendientes y muchos de los tramos parecen idénticos pero no lo son. Si entras mal en uno, las consecuencias pueden ser fatales. Había visto muchas películas sobre la carrera, pero estar allí conduciendo es muy distinto.

¿Qué Porsche llevabas en 1994?
El mismo 964 Carrera RSR con motor de 3,8 litros con el que había corrido el campeonato ProRally de Estados Unidos, pero con un motor turbo de 550 CV que le montamos a posteriori, con lo que tenía 250 CV más que en la versión del rally. Era rapidísimo y a mí me volvía loco conducir con todos esos caballos de potencia. Gané la categoría libre a la primera.

¿Por qué es tan especial esa carrera de montaña?
Tienes una semana para entrenarte y luego una única oportunidad. Solo tienes esa única vuelta. Así que todo se lleva al límite: la temperatura del motor, el desgaste de los neumáticos e incluso tu propio cuerpo, por la falta de oxígeno. La montaña es un organismo de por sí: abajo, en la salida, puede hacer sol y calor, mientras arriba, a 4.000 metros de altura, puede estar nevando. Nunca sabes con qué te vas a encontrar.

¿Dónde se decide la carrera?
El tramo de arriba es velocísimo, vas prácticamente a ciegas. A esa altitud ya no hay árboles que te sirvan de orientación y tu único quitamiedos es el horizonte. Ahí arriba hay que correr un riesgo. Quien es capaz de ello y conoce bien el terreno juega con clara ventaja.

¿Por qué crees que un Porsche es el coche de carreras ideal para la Pikes Peak?
Cuando me subo a un Porsche tengo la sensación de que el vehículo se adapta a mi cuerpo como un guante. Es tan natural como llevar una segunda piel. Y esa es exactamente la sensación que quieres tener en la Pikes Peak: un coche que sea una extensión de ti mismo.

¿Cómo te mentalizas para la carrera?
Tengo un ritual que repito siempre: la noche antes cojo el coche de alquiler y subo a la cima para disfrutar un momento de las vistas. Solo entonces me puedo ir a dormir.

Carrera de montaña o circuito, ¿cuál de las dos disciplinas te parece más dura?
La Pikes Peak es especialmente difícil de conducir. No quiero quitarles mérito a los circuitos, pero he participado en tantas carreras de carretera que me puedo permitir esta opinión. Con 156 curvas, es imposible conocerla entera de memoria. Y a las velocidades que alcanzamos –235 km/h en una carretera pública de dos carriles prácticamente sin quitamiedos– el riesgo es alto. Y la presión también: solo tienes una oportunidad para demostrar de lo que eres capaz. Esos 10 minutos y 20 kilómetros son una auténtica locura.

Texto Bastian Fuhrmann


Pikes Peak

Primera carrera: 4 de julio de 1916
Altitud de salida: 2.862 m
Altitud de meta: 4.301 m
Longitud: 19,99 km
Curvas: 156